Birdwatching

Turismo ornitológico – Observación de aves en las Terres de l’Ebre

Llegas a las Terres de l’Ebre y acto seguido estás observando aves. Y no sólo las de siempre sino otras nuevas y fascinantes. Las aves del Mediterráneo. Con el sol a tu espalda y la brisa marina acariciándote el rostro, podrías estar mirando exóticos flamencos rosados, abejarucos deslumbrantes, bandadas de limícolas…. y como telón de fondo unas majestuosas montañas.
O quizás desplazándote a lo largo del curso de un río sinuoso, a través de gargantas y laderas que se elevan hasta las más altas cumbres donde el águila perdicera y el buitre común remontan su vuelo sin esfuerzo.

O puede que estés siguiendo una pasarela sobre un meandro del río Ebro, rodeado por la verde y exuberante vegetación de su ribera, y de los casi ensordecedores cantos de las aves. Éstas son sólo algunas de las sensaciones que puedes experimentar cuando observas aves en las Terres de l’Ebre. Puedes contentarte con imaginártelas si lo deseas, o por el contrario puedes venir y comprobarlo por ti mismo.

¿Te lo imaginas…?

Hagamos birding-birdwatching

De las montañas al mar: Las Terres de l’Ebre acogen la zona húmeda más importante de la costa mediterránea de la Península Ibérica: el Delta de l’Ebre. Siempre bajo la atenta mirada de las abruptas y enigmáticas montañas de Els Ports, que se elevan hasta los 1.447 m.

Aves fascinantes: El 70% de la población mundial de la rara gaviota de Audouin se reproduce en el Delta de l’Ebre. El exótico flamenco común se cuenta por miles. Desde el calamón y el avetorillo en el Delta, hasta el águila perdicera y el búho real en las montañas, no se escatima ni cantidad ni calidad.

Aves para todas las estaciones: Hay bandadas de atractivas y encantadoras aves tanto residentes como reproductoras, migraciones de primavera y otoño llenas de sorpresas y, en invierno, unas zonas acuáticas llenas de vida. ¿Un día aburrido en las Terres de l’Ebre? No existe tal cosa.

Las Terres de l’Ebre: el destino del «birdwatcher»

Muy cerca de ti: Para aquellos que vienen de lejos el aeropuerto internacional de Barcelona está a 150 kilómetros de las Terres de l’Ebre, mientras el de Reus está a tan solo 50 kilómetros. El litoral de las Terres de l’Ebre está bien comunicado a través de una moderna red de autopistas y autovías, así como su red ferroviaria.

Unos ingredientes especiales: A quien no le apetece saborear vino y aceite de oliva con denominación de origen, pescado y marisco con sabor único procedente del delta y de la costa; encontrar gente abierta y preparada para recibir al visitante; y disfrutar de un turismo no masificado, impreso de personalidad propia.

Con familia o amigos: Encontrarás un variado alojamiento de excelente calidad, playas de arena interminables, picos con vistas que te quitaran el aliento, ríos y cascadas, monumentos históricos y culturales. Lo necesario para hacer que tú y tus acompañantes tengáis una feliz estancia ¡incluso para los no adictos a las aves!

 

 

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